Para variar hay gente hablando de ti, mandándome fotografías de lo bien que lo pasamos juntos. Las veo una y otra vez; veo tu cara, tus ojos, y comprendo a la perfección, por qué estuve enamorada tanto tiempo y sin remedio de ti. De esos ojos nostálgicos, algo inocentes, y esa sonrisa que lo ilumina todo en cuanto aparece.
Pero por primera vez en todo este tiempo logro deletrear con seguridad: N O T E A M O.
Fue como si en mi corazón hubiesen caído tantas cosas, tantas mentiras, verdades, recuerdos, silencios, y dolores, que se rebalsó, y esta vez –Por primera vez- no quedé en el suelo, sino que caíste tú amor. Caíste tú: No amor.
¡Bang-Bang!
Yo misma me sorprendo de ello, quizás sin una sonrisa en la cara, o un abrazo cálido como siempre busqué que pasara, pero pasó, y al parecer este es verdaderamente mi punto de no retorno. Nunca lo había dicho antes, y ahora me sale de corrido; no te amo. No te amo, no te amo, no te amo, no te amo, no te amo, no te amo, no te amo, no te amo, no te amo. ¿Qué harás con esta risa?
Un gran viendo sopló todo, y me dejó vacía. Seca. ¡Bang - Bang!
En un momento pensé que la tinta ya no saldría de mi alma seca; esa que aún espera el refresco de una gota de calidez, pero no tuya. Quizás de cualquier extraño, pero ya no el vinagre de tus lágrimas.
Sólo sé que no quiero morir de sed, pero tampoco ahogarme en tus reprimidos odios y egoísmos; mi pequeño narciso. Ya no estoy disponible en la baraja. ¡Bang - Bang!
Hoy soy libre de ti. Y aunque no estoy ondeando la bandera de la victoria, soy libre, y la reconstrucción de los pedazos de mí que quedaron tirados ya empezó.
Podríamos partir con que me devolvieras ese trozo de alma que dejé en el bolsillo de tu chaqueta. Gracias-De nada.
Cuesta, duele, pero aquí entre nos ya era hora.
Pero aquí entre nos, no te interesa.
Aquí entre nos, hoy he vuelto.
Entre nos sabíamos que en algún momento me iría.
Nos nunca fuimos nos. Y eso ya no me desmorona.
¡BANG-BANG!