saqué fotografías mentales de nuestros mejores momentos que dibujo cuando cuento,
guardé el sonido del mar en mis manos,
y dejé un libro a medio leer.
Para que no me olvides, dejé un trozo de mi alma en el bolsillo de tu chaqueta,
te abrace lo más fuerte que pude,
te miré fijamente a los ojos en cada oportunidad que se me regaló,
y dejé un poco de mis pensamientos en los tuyos.
Para que no me olvides, te recordaré siempre,
y prometo infiltrarme en más de algún sueño.
Para que no me olvides, acaricie tu pelo cuando dormías,
y simplemente te roge que no lo hicieras nunca.
Quizás sea la más egoísta de las mujeres al querer que me abraces toda la vida. Pero todo esto lo hago solo; Para que no me olvides.
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