
Hoy asumí que estas enfermo. Ya lo sabía, solo que nunca quise aceptarlo, por que siempre tengo ganas de jugar contigo. Hoy es diferente; hoy lo asumo y me lo refriego en la cara cada vez que puedo para aceptarlo más y relativamente mejor. No te preocupes, te esperaré, esperaré a que estés nuevamente sano, y puedas volver a jugar a amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario