martes, 30 de noviembre de 2010

S.B.

Sé qué no llegaremos a algún lado.
Sé que somos agua y aceite.
-que tú eres aceite-
Que sólo tenemos la suerte de un disparo de química.
No otra cosa.
Aunque intentemos ser primera persona plural.
Nunca seremos más y lo sabemos bien.

Pero hemos sido tanto a la madrugada,
Llenamos tantos vacíos en las sábanas,
entre el sonido del hambre, y la calma desnuda abrasada,
entre mis risas coquetas, y tus miradas destelladas.

Pero el día llegó.
Me despierto,
reposo en tus brazos,
miro finamente un lunar de tu espalda,
me levanto rápido.
Con el cabello suelto y desordenado,
me miro al espejo;
y yo sigo siendo agua.

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