miércoles, 2 de septiembre de 2009

Cancelada.

Que predecible ser humano;
te gusta la lluvia sólo si no moja,
te gusta el azúcar sólo si no endulza tanto.

Y me quedé tras la puerta,
pegada probablemente para siempre,
tras la puerta de tus segundos lugares, y tus olvidos.

El problema es que a mí,
sí me gusta la lluvia que moja,
el barro que ensucia,
y las lágrimas que duelen.
No me volverás ha hacer llorar,
por que yo ya dejé la esposa que me ataba a tu dolor.

Yo ya estoy mojándome bajo la lluvia. Y estoy mejor.

1 comentario:

  1. la lluvia purifica el alma y los dolores de amores imposibles.
    El sol del alba revitaliza, emergiendo las ganas de amar nuevamente

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